domingo, 23 de noviembre de 2014

Retomando las viejas costumbres

Sábado de natación y domingo de BTT. Todo ello de manera bastante improvisada. 

24 largos para comenzar a amortizar el bono anual de la piscina cubierta que lleva muerto de risa desde mitad de septiembre. El invierno es muy largo y seguro que al final saldrán las cuentas pero tampoco es cuestión de dormirse y poco a poco hay que ir retomando la sana costumbre de la piscina. Porque la espalda lo agradece. Como había poca gente y encima el reloj no se miró en todo el rato, los largos fueron cayendo chino chano entre charrada y charrada.


Al salir de la piscina y después de unos cuantos mensajes tuercepedales por el wasap poco menos que me obligan a asistir a la salida dominguera con la BTT. A pesar de mi remolonería al final decido coger el toro por los cuernos e ir a la tienda a adquirir unas cubiertas nuevas ya que las viejas no dan más de sí. Datan de cuando España ganó el Mundobasket del 2006 y ya ha llovido desde entonces.

Al final las ruedas quedan apañadas aunque el resto de la pobre bici necesita un acondicionamiento. Sin embargo esta mañana ha cumplido y mal que bien ha realizado el cometido. Si no se ha ido más rápido seguramente ya no sea achacable al velocípedo de andar por barro sino al dueño que todavía estaba sudando la cerveza del viernes.

Sin rumbo fijo al final ha salido una cantidad de kilómetros indeterminada ya que ninguno de los tres integrantes de la marcha llevaba el cuenta ni la cuenta. Como debe de ser. Han sido 3 horas y media aproximadamente para ir de Barbastro a Costean y de allí hasta los alrededores de Hoz, pasando por Cregenzán y Burceat, para terminar en Castillazuelo y subiendo al Pueyo con final en el Barranqué. Sin sol pero sin pasar frío, más bien al contrario. Y con la compañía de un grupo de canes que nos han acompañado un trozo contribuyendo a que la temperatura corporal no bajase en exceso.

Al final ha resultado un fin de semana con actividades que estaban bastante dejadas y que han dejado un buen sabor de boca. Un fin de semana en el que encima me he convertido en veterano. ¡Qué viejos nos hacemos! Salud y kilómetros.


2 comentarios:

  1. Felicidades pues.
    Y tres horas y media para empezar es bastante no ?
    a pasarlo bien , nos vemos

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    1. Muchas gracias. Pues tres horetas ya empiezan a ser pero ir un poco a la aventura es lo que tiene, que ni sientes ni padeces. Eso sí, hoy se quejan las patetas. Nos vemos!

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